Por Jorge Ricardo Masetti
Director General de PRENSA LATINA.
Los que consideraban que la Sexta Conferencia de Cancilleres no era
nada más que un ensayo general para establecer el estado de la máquina, no se
han equivocado.
Venezuela, exigió que Trujillo fuera sancionado. Y lo fue. Ahora toda
América está enterada que el régimen más atroz que ha soportado el continente,
ha sido oficialmente repudiado. Y nada más.
Las sanciones económicas, se reducen en la práctica, a evitar que
Trujillo siga adquiriendo armamentos. Si recordamos que los fabrica y exporta,
es lógico estimular que el viejo mariscal no se preocupara en extremo.
La ruptura de relaciones, era algo ya decidido, no por los países de
América, sino por el mismo Trujillo, que jamás vaciló en asaltar embajadas ni
en tirotear embajadores.
¿Cuáles son las sanciones "ejemplares" que se aplicaron al
régimen dominicano? Como dijo el canciller de Honduras, "se habrían
llenado mejor las aspiraciones del pueblo latinoamericano si lo hubiesen
aplicado al régimen dominicano, las cláusulas del 8vo artículo del tratado de
Río de Janeiro."
Pero si eso ocurría, las sanciones económicas, la interrupción de las
comunicaciones aéreas, marítimas, telefónicas y telegráficas, habrían afectado
directamente a Estados Unidos, el país que tiene mayores intereses en Santo
Domingo. Y por otra parte, se hubiese llevado al régimen quisqueyano a un
extremo tal, que el pueblo habría estallado en una revolución cuyas
consecuencias serían imprevisibles para el señor Herter.
En cambio así, las cosas fueron mejor. Toda América repudió al tirano.
Toda América reconoció que había sido el instigador del crimen por el que fue
llevado al banquillo. Toda América escuchó su larga y siniestra historia. Y
toda América observará "democratizar" a la República Dominicana, sin que el viejo tirano
pierda un dólar y sin que Estados Unidos pierda el control. Las cosas fueron
mejor, sin duda.
Y además, sirvieron para lanzar las primeras "soluciones"
para lo países cuyos regímenes no son producto de una democracia
representativa.
Cuba, por ejemplo.
El plan del señor Herter, de no sancionar, pero si "vigilar"
al país que no se encuentre dentro de los cánones estipulados por la mayoría de
los gobiernos, es la reedición, con otro nombre, del plan del senador Smathers,
de crear un policía para que "vigile la región del Caribe".
Herter fue concreto, al referirse a su plan. "Hay que dar al país
(hablaba de Santo Domingo pero se refería a Cuba) tiempo para que se
democratice. Mi plan, consistirá en lograr, con toda la fuerza de esta reunión
de Cancilleres, que la República Dominicana acepte recibir una comisión
especial de este cuerpo, para asegurar que dentro de un plazo de tiempo
específico y razonable, se celebren elecciones libres en las que pueda
participar un pueblo que haya tenido
realmente el derecho de la libertad de expresión y de reunión, elecciones
celebradas bajo la fiscalización de la comisión misma, sujetas a las medidas apropiadas
para asegurar el cumplimiento de los principios acordes con la declaración de
Santiago". Y más adelante, Herter amenazó: "Sin embargo, de
rechazarse la oferta, entonces consideraríamos cuáles medidas del artículo 8vo
del Tratado de Río podrían ser aplicadas en la forma más efectiva para lograr
que el gobierno dominicano acepte esta propuesta. Los sanciones, en estas
circunstancias, serían más que meramente punitivas y tendrían un fin específico
y constructivo..."
Pocos minutos después, el señor Herter, se levantó de su escaño con
increíble agilidad, para gritar al canciller Roa, que se había permitido recordar
que Trujillo fue impuesto en el poder por los norteamericanos, para acusarlo de
que "habla como la Unión Soviética." Lafer, de Brasil, le había dado
la palabra cuando la sesión ya estaba levantada y se la negó a Roa, para
contestar. Estaba lanzando el plan y la acusación. Y se había presentado el
primer colaborador.
A cuarenta y ocho horas de la Séptima Conferencia de Cancilleres, no
cabe duda que ese es el plan norteamericano y que encuentra eco en el anciano
canciller brasileño.
¿Cuántos cancilleres más unirán su voto a las medidas
intervencionistas?
La Séptima Reunión de Consulta de Cancilleres comienza el lunes.