Al pueblo de Costa Rica

Desde mucho antes de que viniésemos a San José a cubrir las Conferencias de Consulta de Cancilleres, desde nuestra misma fundación, desde que anunciamos que íbamos a fundar una Agencia Informativa Latinoamericana, se nos atacó, se nos calumnió, se nos adjudicaron los más infames propósitos y las más torcidas intenciones.

Era lógico que así sucediese. Íbamos a quebrar el monopolio noticioso que durante años había soportado nuestra América Latina, como uno de los más crueles, peor que el monopolio de la electricidad, que el de los ferrocarriles, que el de las flotas de barcos y el de la explotación de tierras bananeras, que el de los teléfonos y el de las comunicaciones cablegráficas.

El monopolio noticioso era peor, porque era el monopolio de la opinión pública. Nadie podía enterarse de otra "verdad" que no fuese la "verdad" que las empresas norteamericanas querían que se supiese.

Así nos enteramos de la "verdad" de Guatemala. Y así nos enteramos de tantas "verdades", que la historia recién desenterró de entre los cables escritos en inglés, muchos años más tarde.

Y quienes para nuestros pueblos eran héroes, ante los pueblos hermanos eran presentados como bandidos, o locos, o como quisiesen calificarlos las empresas norteamericanas del monopolio noticioso. Porque nuestros héroes, porque los hombres que amamos de nuestros pueblos, siempre estuvieron contra los monopolios.

Que lo digan si no los mexicanos, que lo digan si no los nicaragüenses. Que lo nieguen quienes calumniaron a la revolución mexicana, la más profunda y real que se había hecho hasta entonces en América, y que lo nieguen, si pueden, los que calificaron de loco al heroico Sandino.
Nosotros nacimos con el propósito de quebrar ese monopolio tiránico y deformador. Y lo hemos logrado.

Y por ese delito, por el de informar, no la verdad entre-comillada de las empresas norteamericanas, sino la verdad llana de los hechos que suceden en nuestra Patria latinoamericana, se nos ataca en la forma más grosera.

Después de los antecedentes expuestos – algunos entre miles – no nos podíamos escandalizar de que así sucediese. Era lógico que así lo fuera. Pero así nos detuviésemos a contestar todos los insultos, todas las calumnias, todas las infamias que se nos hacen diariamente, no tendríamos tiempo para cumplir con nuestra misión.

No obstante, teníamos necesidad en esta ocasión de hacer llegar nuestra palabra al pueblo costarricense.

En el periódico "La Nación", del viernes 19 de Agosto, página (…) (no aparece en el original) y bajo el título "Cómo informa PRENSA LATINA de Cuba sobre las Conferencias", se incluyen entre algunos cables nuestros comentarios y titulares de diarios de La Habana. Asimismo una fotografía de periodistas cubanos en "Radio-reloj", de quienes se afirma son corresponsales de PRENSA LATINA.

Con respecto a este reproducido se refiere a una protesta oficial de la Embajada de Cuba en San José. Nosotros no hemos hecho otra cosa que reproducir párrafos de la nota, los que han sido desmentidos por la Embajada de Cuba, que es su autora. Por otra parte el Gobierno de Costa Rica presentó oficialmente sus excusas por los hechos señalados en la nota, cable que también dimos a conocer, pero que "La Nación" no reproduce.

Luego continúa "La Nación" reproduciendo comentarios de diarios de La Habana, y por último vuelve sobre un cable nuestro de 12 líneas, en el que consignamos un homenaje a la esposa del Canciller cubano, doctor Raúl Roa, por la Alianza de Mujeres Costarricenses.

Eso es todo. Y con ese material, dos cables nuestros sobre una nota oficial y sobre un homenaje a la esposa del doctor Roa, se pretende escandalizar, haciendo creer que nuestra Agencia tergiversa la verdad.

Nuestra agencia – pese a que se le acusa de antiyanqui y de comunista y de otras cuantas cosas "al uso" – no puso en boca del Presidente de Costa Rica un violento ataque contra Estados Unidos, ni omitió consignar información sobre la intervención de todos los Cancilleres que intervinieron en la Reunión de Consulta de Cancilleres, ni distribuyó fotos de unos diciendo que son otros.

Sabíamos que se nos iba a atacar y que se iba a llegar a decir que "perturbábamos" y que "insultábamos" al pueblo de Costa Rica.

Pero cómo vamos a insultar al pueblo de Costa Rica, si es nuestro pueblo. Si el idioma que él habla es el nuestro. Y si sus angustias y sus problemas y sus orgullos y alegrías también son las nuestras.

Si sus oligarcas son los mismos.

Sus explotadores son los mismos. Su United Fruit es la misma.

Amamos y respetamos a Costa Rica, porque amamos y respetamos a nuestros hermanos.

Y para orgullo nuestro, podemos exhibir títulos de nobleza que ni los monopolios, ni los oligarcas, ni los que los apoyan desde sus diarios, ni los que los sirven desde Agencias de Inteligencia, pueden exhibir.

Podemos mostrar que en estas horas de lucha los obreros, los trabajadores, los humildes de Costa Rica nos reconocen como hermanos.

Baste los mensajes de adhesión de la Confederación General de trabajadores de Costa Rica y de la Federación Única de Trabajadores del Pacífico Sur.

Cuando ellos puedan mostrar los mismos títulos, entonces se creerá que están al lado de sus pueblos.

Mientras tanto, que sigan calumniando. Que sigan intrigando. A nosotros no nos interesa su odio. Nos interesa, únicamente lo que piensa y opina el pueblo.

JORGE RICARDO MASETTI
Director General de PRENSA LATINA. Agencia Informativa latinoamericana S.A.